La convivencia escolar adecuada no es sólo el resultado de un proceso educativo de calidad sino un requisito previo para el mismo. Convivencia y aprendizaje son dos aspectos estrechamente ligados entre sí, que se condicionan mutuamente y que requieren tanto el respeto de derechos ajenos como el cumplimiento de obligaciones propias.
La mejora de la convivencia en el ámbito escolar es una preocupación que cada día adquiere mayor importancia en la sociedad, más cuando esta convivencia se ve alterada por situaciones de conflicto cuyos efectos repercuten en todos los miembros de la comunidad educativa.
Estos conflictos en el ámbito escolar provocan una especial preoc upación entre nosotros y en la sociedad en general, y exigen una respuesta adecuada, desde la convicción de que la educación en un sistema democrático debe inculcar a los alumnos que el desarrollo de los derechos propios debe ir acompañado ineludiblemente del cumplimiento de los deberes hacia los demás.
Pretendemos educar en valores que propicien una convivencia positiva y, aunque los conflictos son inevitables en un grupo humano tan numeroso y heterogéneo como un instituto de educación secundaria y bachillerato, precisamente por ello hemos de aprender a extraer de estas situaciones toda su potencialidad positiva y verlas como oportunidades para crecer personal y colectivamente si sabemos abordarlas de forma dialogada y no violenta.
Hasta el curso pasado, el Equipo de Convivencia de nuestro Instituto se ha encargado de coordinar las actuaciones de los alumnos ayudantes y mediadores que, en el ámbito de las relaciones personales entre los alumnos, han propiciado un ambiente más que satisfactorio. Pero el alcance de estas actuaciones, en opinión del propio Equipo de Convivencia, se ha visto limitado a los casos en que los problemas de convivencia se hacían patentes. Por otra parte, y aún cuando el sistema de alumnos ayudantes ha funcionado muy bien durante los últimos años, no podemos obviar que la función del alumno ayudante ha podido sufrir una cierta estigmatización por parte del resto de los alumnos.
El Programa TEI que ahora incorporamos permite establecer unos protocolos que regulan de manera sistemática la relación entre alumnos, y su diseño ofrece un carácter de “universalidad”, que en dos años extiende su actuación a todos los cursos de la enseñanza obligatoria.
El TEI – Tutoría entre iguales- es un programa de convivencia institucional que implica a toda la comunidad educativa y se orienta a mejorar la integración escolar y a trabajar por una escuela inclusiva y no violenta. Está dirigido a la mejora del clima escolar y de la cultura del centro respecto a la convivencia, al conflicto y la violencia (sea física, emocional o psicológica), y fomenta que las relaciones entre iguales sean más satisfactorias.
Se basa en la tutorización emocional entre iguales, donde el respeto, la empatía y el compromiso son los pilares básicos de su desarrollo en el centro educativo. Un aspecto del programa TEI que nos parece muy positivo es la manera de abordar el problema del acoso escolar, ya que permite que afloren posibles situaciones de acoso que podrían permanecer ocultas; este tema es uno de los que pueden generan más trastornos y sufrimientos en la vida de cualquier centro escolar.
La implantación de este programa va a suponer un cambio no solo en los aspectos organizativos de nuestro Instituto, como el Plan de Acción Tutorial, sino, de manera mucho más amplia, incluso en la manera de establecer vínculos, hasta ahora poco explorados o inexistentes, entre niveles diferentes del alumnado de distintas edades (en concreto entre los alumnos de 1º y 3º de ESO). El diseño de actividades que daban cohesión al Instituto en cuanto a la convivencia se había hecho hasta ahora por cursos; es decir, los alumnos iban “creciendo” en el Instituto y cumpliendo diferentes etapas, que quedaban caracterizadas por ciertos hitos que se habían ido definiendo a lo largo de los años para los diferentes cursos. Ejemplos de esto serían el “Ecodía”, en que los protagonistas son los alumnos de segundo, el “Festival Solidario”, en el que lo son los de tercero, y el Viaje de Fin de Estudios, que hacen los alumnos de cuarto. Todas estas actividades requieren un proceso de preparación largo y tienen un carácter de “acontecimiento” en la vida académica del centro que las hacen trascender de la propia actividad realizada. Conjugar la nueva organización a que obliga el Plan TEI con la estructura actual, sin que esta pierda parte de su carácter, será uno de los retos a los que nos enfrentaremos en el proceso de implantación del programa.
Para más información sobre el programa TEI pueden entrar en el siguiente enlace: TEI.